Sobre Nosotros
La Historia de Damel: Un Café con Raíces
En las montañas de Togüí, Boyacá, Damel es cultivado por manos campesinas que han perfeccionado el arte del café a lo largo de generaciones.
Cada grano es seleccionado con el mayor cuidado, y el proceso de cosecha, recolección y tueste se realiza con una dedicación que solo una familia puede brindar.
Damel no es solo un café, es una celebración de nuestras raíces, de la tierra fértil que nos nutre, y del hogar que inspira cada paso de nuestra producción. Cuando eliges Damel, estás eligiendo un café con cuerpo ligero, aroma dulce y un sabor que evoca la calidez del hogar.
Desde nuestros abuelos hasta hoy, el proceso de cultivar café ha sido mucho más que una labor; es un legado que se transmite de una generación a otra. Para nosotros, el café es un símbolo de unión familiar, de trabajo comunitario, y de profundo respeto por la naturaleza que nos rodea.
El Hogar Como Fuente de Inspiración
Lo que hace especial a Damel no solo es el café en sí, sino el entorno y los valores que inspiran su creación.
Cada paso del proceso, desde la cosecha hasta el tueste, se realiza con el mismo cuidado y dedicación que ponemos en nuestro hogar.
Así como cada familia tiene su esencia, Damel captura la nuestra: calidez, sencillez y autenticidad. Nuestro proceso de producción está enfocado en la calidad y en preservar el carácter natural del café.
Cada grano es seleccionado a mano, asegurándonos de que solo los mejores lleguen a tu taza. La cosecha y recolección se hacen con el máximo respeto por el medio ambiente, buscando siempre un equilibrio entre la productividad y la sostenibilidad.